Pasar los días en casa con tu pareja puede convertirse en un desafío si los problemas de comunicación y las tensiones se acumulan. Aquí tienes algunos consejos para fortalecer los lazos y proteger tu relación durante el confinamiento.
- Verbalizar las emociones
- Recordar el inicio de la relación
- Hacer proyectos juntos
- Un juego para alternar el poder
- Las claves de la comunicación
Vivir en confinamiento ya es un desafío bastante complicado por sí solo.
Pero cuando se trata de compartir un espacio más o menos limitado con tu pareja, las cosas pueden volverse aún más difíciles.
¿Sobrevivirá tu relación a la prueba del confinamiento? Todo depende de tu punto de partida.
Si ya estaban acostumbrados a vivir juntos en armonía, no enfrentarán los mismos desafíos que una pareja que acaba de separarse pero debe compartir el mismo apartamento, una pareja que no se lleva bien, una pareja infiel, una pareja nueva obligada a soportar la distancia, o una pareja que acaba de empezar a convivir.
Varios otros factores también pueden influir en la balanza: la presencia de hijos, posibles problemas de salud, el teletrabajo, el desempleo, el trabajo fuera de casa, una familia ensamblada, o los suegros compartiendo el mismo techo… En resumen, las fuentes de conflicto son numerosas.
Las dificultades son exactamente las mismas que fuera del confinamiento, pero en esta situación particular, el desequilibrio que genera tensiones podría intensificarse.
El estrés conyugal, las luchas de poder, la comunicación difícil, la distribución de responsabilidades, la falta de espacio y perspectiva, la presión sexual y afectiva, el sentimiento de soledad o abandono…
Esta situación impredecible y extraordinaria nos ha despojado de todos nuestros puntos de referencia habituales.
La buena noticia es que existen soluciones para trabajar juntos y redescubrirse mutuamente.
1. Verbaliza tus emociones
Todo depende de expresar las tensiones. Esto es crucial para las parejas durante el confinamiento.
Incluso los sentimientos más pequeños deben ser expresados para evitar que se acumulen.
Si la comunicación verbal se vuelve complicada, intenta escribir tus pensamientos para tomarte el tiempo de reflexionar sobre tus «dolores».
Si una discusión no lleva a ningún lado, es importante saber cuándo hacer una pausa, tomarse un tiempo individual y retomarla más tarde con una mente más clara.
Reglas de oro durante el confinamiento: encuentra compromisos y tómate tiempo para ti mismo. El individuo crea la pareja. Si el individuo está mal, la pareja también estará mal. Esto no es egoísmo, es simple lógica.
2. Recuerda el inicio de tu historia de amor
El primer ejercicio consiste en recordar el comienzo de tu historia de amor.
Pregúntate: “¿Qué me atrajo de él/ella cuando nos conocimos?”
Cada pareja puede compartir con el otro su recuerdo exacto, describiendo cómo se enamoró, incluyendo detalles personales y su versión de la historia.
3. Haz planes juntos
El segundo ejercicio consiste en revivir proyectos individuales y compartidos.
Dentro de una pareja, no siempre tenemos las mismas necesidades al mismo tiempo.
Por eso, el confinamiento es la oportunidad ideal para redefinir tus objetivos personales y escribirlos en papel en diferentes áreas de la vida.
Piensa en los sueños que quieres cumplir, desde los más pequeños hasta los más grandes, y luego haz lo mismo con tus objetivos en pareja.
4. Un juego para alternar el poder
El tercer ejercicio es especialmente útil para parejas que enfrentan desacuerdos o conflictos constantes sobre temas cotidianos.
Se trata del juego de la alternancia del poder.
Cada pareja elige los días pares o impares. En caso de desacuerdo, la persona «en poder» ese día tendrá la última palabra.
Objetivos: soltar el control, terminar la lucha de poder, aprender del otro, ponerse en su lugar y, finalmente, encontrar la paz.
5. Las claves de la comunicación de pareja durante el confinamiento
Aquí tienes algunos consejos para ayudarte a salir de ciertos bloqueos:
Intenta hablar en primera persona. Cada uno es responsable de sus emociones y necesidades. Hablar por el otro es hacer interpretaciones. Busca la necesidad no satisfecha que se oculta detrás de una emoción negativa. La ira, por ejemplo, puede surgir de una necesidad de ayuda. Una vez que la hayas identificado, expresa solo esa necesidad, incluso si te parece obvia. Parte del principio de que el otro actúa de buena fe, respétalo, ten en cuenta sus diferencias, y no asumas que siente lo mismo que tú. Si tienes hijos, planifica todo. Tiempo frente a pantallas, tareas domésticas, momentos sin interrupciones (para todos), tiempo de trabajo, etc. Aprende a disculparte cuando te equivoques… y a veces, incluso cuando tengas razón. Este gesto puede desactivar una situación explosiva, desdramatizarla y posponerla a un momento más propicio. Aprende a perdonar. Hacer pucheros durante días enteros es insoportable durante el confinamiento. Cada uno maneja el estrés a su manera, y a veces necesitamos espacio para calmarnos y aislarnos. Una vez que termine este tiempo de pausa, no tiene sentido prolongarlo. Disfruta y aprovecha el humor para devolver la buena vibra a la casa, ¡es vital! Respeta los momentos privados, el consentimiento, y no olvides que esta situación es inusual y temporal. Finalmente, si la situación se vuelve demasiado difícil de manejar, no dudes en buscar ayuda de un terapeuta a través de teleconsulta. Si ya estabas recibiendo terapia, trata de no interrumpirla, para tu bienestar y el de tu hogar.
5. Las claves de la comunicación de pareja durante el confinamiento
Aquí tienes algunos consejos para ayudarte a salir de ciertos bloqueos:
- Intenta hablar en primera persona. Cada quien es responsable de sus emociones y necesidades. Hablar por el otro es hacer interpretaciones.
- Busca la necesidad insatisfecha que se esconde detrás de una emoción negativa. La ira, por ejemplo, puede surgir de una necesidad de ayuda. Una vez que la hayas identificado, expresa solo esa necesidad, incluso si te parece obvia.
- Parte del principio de que el otro actúa de buena fe, respétalo, ten en cuenta sus diferencias y no asumas que siente lo mismo que tú.
- Si tienes hijos, planifica todo: tiempo frente a las pantallas, tareas domésticas, momentos sin interrupciones (para todos), tiempo de trabajo, etc.
- Aprende a disculparte cuando te equivoques… y a veces, incluso cuando tengas razón. Este hábito puede desactivar una situación explosiva, desdramatizarla y posponerla para un momento más adecuado.
No todos estos consejos deben tenerse en cuenta en los casos de violencia doméstica.